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El creador del mes: Pavegen

A man standing on a Pavegen tile

Que te despidan de uno de los suministradores de energía más importantes del mundo no suena como uno de los inicios profesionales más prometedores. A no ser que te llames Laurence Kemball-Cook, tengas 30 años, seas el fundador y director de la compañía pionera en energía limpia Pavegen y hayas inventado unas baldosas que transforman la energía cinética de los pasos en electricidad.

A photo of Laurence Kemball-Cook, maker of Pavegen

Laurence irradia megavatios de energía, y no lo decimos por decir. El primer prototipo lo creó en su habitación mientras estudiaba en la universidad. Hoy en día, Pavegen cuenta con una plantilla de 40 empleados, tiene como socio a Jeff Martin, —director y fundador de la compañía de apps móviles Tribal Planet con base en Silicon Valley— y como clientes a Adidas, Coca Cola o el Aeropuerto de Heathrow. Justo antes de hacer esta entrevista, Laurence acababa de completar un Medio Ironman en menos de seis horas. Así que si alguien está destinado a dirigir una compañía energética, no podría ser otro que este joven desbordante de energía.

¿Cómo se pasa de ser despedido de una gran compañía a ser inventor de tecnología energética inteligente? Ilumínanos.

Cuando estudiaba en la Universidad de Loughborough, hice mis prácticas en una gran empresa de energía. Mi tarea consistía en encontrar una fuente de energía renovable que pudiese proporcionar energía a las farolas. El problema con el que me topé fue que en los espacios urbanos la energía solar y la eólica no son eficientes. ¡Así que me despidieron! Me llevé una gran decepción. Pero no podía dejar de pensar en cómo generar energía renovable en las ciudades. Y por fin se me ocurrió que existe una energía que producimos nosotros mismos con nuestros pies.

En mi último año de la universidad, me compré cinco mesas de trabajo y las puse en mi dormitorio. Tenía una mesa para los diseños mecánicos, otra de ingeniería electrónica, otra con una plataforma de pruebas que simulaba los pasos, otra para hacer mis bocetos y la última para cortar trozos de madera. Gané el concurso de Global Design que organiza la Royal Society of Arts así que me gasté todo el dinero del premio en mi proyecto.

¿Y creaste un prototipo capaz de generar energía a partir de pasos?

Sí. Cuando acabé la carrera, presenté el prototipo en Loughborough y después en Londres. Logré atraer la atención de los medios de comunicación y hasta me dieron el sobrenombre de «Watt Genius». Empecé a recibir un montón de llamadas así que me hice un sitio web un poco de broma ya que en la página principal podías leer «La energía del futuro está aquí». Pero la verdad que funcionó tan bien que recibí miles de emails de personas interesadas en adquirir esta tecnología. Así que los siguientes tres años me los pasé encerrado en mi habitación desarrollando en profundidad la idea.

¿Te tiraste tres años trabajando tú solo en el proyecto?

Totalmente solo. Todas las firmas de capital de riesgo de Europa me decían que no funcionaría. Mi universidad me recomendó que me olvidase de la idea al igual que los asesores del gobierno con los que hablé. Todo el mundo me consideraba un loco. Pero yo seguía creyendo en mi producto. Cuando algo me apasiona, soy incapaz de tirar la toalla (lo cual resulta bastante molesto para mis amigos y mi familia).

¿Cómo pasaste de inventor en solitario a dueño de una compañía?

Un amigo me invitó a una cena y me propuso montar mi tecnología en su garaje. Había construido esta plataforma de pruebas para las pisadas con la que se podía ver cómo se generaba la energía con pasos. Al observar cómo funciona, la gente entiende rápidamente la esencia de Pavegen. Así que organizamos esta demostración ante los invitados de la fiesta y a todos les pareció que tenía un gran potencial. Así que conseguí que 15 personas invirtiesen 10.000£ cada una.

Granite Pavegen tiles

¡Ojalá nos invitasen a nosotros a este tipo de fiestas! ¿Este fue el momento clave para el gran paso?

Ya tenía inversores, y por lo tanto, responsabilidades. Hasta ahora era solo un inventor excéntrico que se había encerrado en su cuarto durante tres años. Mis preocupaciones pasaron de ser «¿cómo encaja este trozo de metal con este otro?» a «¿cómo creo un modelo financiero para demostrarles a mis inversores que puedo sacar el máximo rendimiento a su dinero en un periodo de cinco años?». De repente me encontré yendo a una oficina con cinco empleados y donde yo era el jefe. Nunca tuve tanto miedo en mi vida.

¿Qué tipo de jefe eres?

No creo que sea el típico director. Mis motores son la pasión, la innovación y las ideas. Si algo no me apasiona, prefiero no hacerlo. Pero la verdad es que cuento con un equipo estupendo.

¿Cuál sería el consejo más importante que le darías a tu equipo o a cualquier startup nueva?

Todo se basa en victorias rápidas y derrotas aún más veloces. Las derrotas son positivas siempre que puedas aprender algo de ellas. Tienes que seguir levantándote después de cada caída, probar diferentes soluciones y ser lo más creativo posible.

A man standing on a Pavegen tile

¿Qué opinas de las oportunidades que hoy en día tienen las startups en general dentro del Reino Unido?

Este es el mejor momento para empezar una compañía. Creo que el Reino Unido cuenta con el mejor ecosistema para cultivar nuevas startups gracias a los numerosos programas de incentivos del gobierno. Pero sobre todo tienes que sentir una verdadera pasión por tu idea. Si no te atreves a lanzarte a las trincheras o no estás del todo seguro, entonces mejor ni te molestes. Tienes que creer 100% en lo que estás haciendo.

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