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7 consejos para diseñar un papel de carta

3 letterhead designs

En un mundo casi completamente digital, la papelería corporativa es un soplo de aire fresco. El peso, los colores y el tacto son muy importantes. Por eso te contamos todo lo que necesitas saber para crear un papel de carta del que sentir orgullo.

Cuando el papel es la opción adecuada

Puede que el 90 % de las comunicaciones que se lleven a cabo en tu empresa se basen en el correo electrónico y las llamadas de teléfono, pero a veces un papel de carta puede llegar a ser el formato más adecuado.

Quizás tengas que enviar una carta formal para solicitar una cita o quieras cerrar un acuerdo con un nuevo proveedor. Puede que tengas que escribir a un empleado para enviarle un bono (además de incluir un cheque que le cambie la vida). O a lo mejor, te han pedido una declaración, una referencia o cualquier otro documento formal en el papel de carta de la empresa.

Sea cual sea el caso, no hay duda de que este formato aporta profesionalidad a tu mensaje, sobre todo si lo comparamos con un canal que utilizamos todos los días, como el correo electrónico. Por eso, merece la pena dedicar un poco más de tiempo y esfuerzo en hacer algo que sea digno de la marca.

A continuación, explicamos en siete pasos cómo desarrollar un papel de carta del que sentir orgullo en los próximos años.

1. Primero decide el contenido

¿Qué información deberías incluir el papel de carta? Necesitas incluir suficientes datos para que la identidad esté clara, pero no demasiados porque quedaría demasiado abarrotado.

En algunos países hay ciertos requisitos legales que indican qué debe constar en el papel de carta. Por ejemplo, en Reino Unido tienes que incluir una dirección fiscal, el código que identifica a la empresa y en qué país operas; mientras que en Estados Unidos no hay ningún requisito. Merece la pena comprobar si hay un mínimo de estándares allí donde trabajes.

También merece la pena considerar qué información quieres especificar. Por ejemplo, ¿van a utilizarlo en más de una oficina? ¿Es posible que os cambiéis de sede en un futuro próximo?

Si es así, quizás no sea buena idea incluir la dirección de la oficina en el diseño. Pasa lo mismo con las direcciones de correo y las webs: inclúyelas solo si sabes que serán válidas durante mucho tiempo.

También es buena idea utilizar una dirección de correo de la empresa más genérica como “hola@nombredetuempresa.com’ o ‘info@nombredetuempresa.com“, para que funcione en todos los casos, sin importar quién utilice el papel de carta.

2. Vuelve a la esencia de tu marca

Las directrices de la guía de estilo de tu marca te ayudarán a establecer ciertos parámetros de diseño para el papel de carta y así te asegurarás de que esté alineado con el resto de los materiales corporativos. Además, te permitirá ahorrar tiempo a la hora de elegir colores y tipografías.

Aparte de fijarte en aspectos prácticos referentes al color, la tipografía y el tamaño, merece la pena revisar los  valores de la empresa y el tono de voz de la marca. Así podrás asegurarte de que estás expresando integralmente su personalidad en vez de limitarte a causar una buena impresión a nivel visual.

Si no tienes una guía de estilo, siempre puedes revisar el proceso que seguiste a la hora de desarrollar la marca. Vuelve a consultarlo, además de echar un vistazo a tus cuadernos, primeros diseños, esbozos por correo electrónico dentro de la empresa y más. Seguro que contribuye a que vuelvas al inicio y a recordar la esencia de la empresa y cómo quieres que esta sea percibida.

También es buena idea recopilar los recursos básicos que mejor representan a la marca en la actualidad. Podría incluir tus plantillas de correo, web, materiales de marketing impresos como las tarjetas de visita, páginas de redes sociales y envases de productos. Al verlos todos centralizados, podrás imaginarte mejor cómo será el diseño del papel de carta y pensar en él como otra parte más de un ecosistema de marca más grande.


3. Encuentra la tipografía perfecta

La tipografía que utilices en tu papel de carta debe ser una que ya hayas elegido como parte de tu ejercicio de revisión sobre cómo se aplica la marca a toda la empresa. O bien, puedes elegirla desde cero.

Si prefieres lo segundo, piensa en los aspectos básicos antes de ponerte a buscar webs y listas de tipografía, ya que este tipo de contenido suele resultar abrumadores si no sabes qué estás buscando.

Pregúntate lo siguiente:

  • ¿Con serifa (serif) o sin serifa (sans serif)?
    Las fuentes con serifa tiene un aire más tradicional, mientras que las que no la tienen aportan un toque más moderno y pueden resultar más fáciles de leer al imprimirse en tamaños pequeños.
  • La familia tipográfica

Las tipografías suelen agruparse en familias; es decir, se trata de agrupaciones de tipografías que comparten cierto parecido. Si eliges una que pertenezca a una gran familia, como la Arial o la Verdana, tendrás muchísimos “familiares” entre los que elegir. Esto puede facilitar el proceso de branding ya que te permitirá utilizar varias tipografías relacionadas y conseguir mantener la coherencia en el aspecto.

  • Tamaño de la tipografía
    Piensa en el tamaño que tendrá el texto preimpreso de tu papel de carta. Las tipografías pueden llegar a cambiar mucho según si son más grandes o más pequeñas, sin olvidarnos de que seguramente parezcan más pequeñas impresas en el papel, que cuando la veas en la pantalla. Recuerda también que el texto que elijas aparecerá junto al contenido de la propia carta, que puede tener un formato diferente, o ser más pequeña o más grande que la tipografía que elijas. Imprime unas cuantas pruebas para asegurarte de que la que eliges funcione bien en todas estas situaciones.

Una vez que sepas a grandes rasgos lo que buscas, lánzate a explorar el magnífico mundo tipográfico hasta encontrar una o dos que aporten ese aspecto que buscas para tu papel de carta. Dafont, Typedepot y Google Fonts merecen una visita en tu misión por encontrar la tipografía perfecta.

4. Elige bien la disposición de los elementos

Hay una infinidad de maneras de definir la estructura de un papel de carta. Tal y como ocurre con el resto de elementos de tu marca, puedes desafiar los límites y convenciones para crear tu propio enfoque. Pero si prefieres apostar por lo básico e infalible, hay ciertas maneras más que probadas de establecer los elementos en un papel de carta. Merece la pena conocerlas, así que vamos a hablarte de ellas.

Con el servicio Printfinity de MOO tendrás hasta 50 diseños diferentes con un solo pedido, así no tendrás que limitarte a una sola disposición. Puedes tener distintos papeles de carta para diferentes objetivos, o crearlos a medida para las distintas personas que trabajen en la empresa.

Elijas lo que elijas, recuerda que el objetivo no es crear una obra de arte, sino definir un lienzo para una carta que mandes en el futuro. Tu branding y diseño deberían tener un papel secundario en relación con el contenido de la carta, y no deberían competir en ningún caso o abrumar a las palabras. En caso de duda, apuesta por el minimalismo en tu papel de carta. Tal y como sugeríamos con la tipografía, intenta hacer pruebas de impresión para comprobar qué funciona mejor.

Estos son algunas disposiciones básicas que puedes utilizar como punto de partida para tu diseño

  • Borde completo
    El diseño y el color se disponen alrededor de la parte externa del papel, con forma de cuadrado.
  • Borde gráfico
    El color y la forma se usa alrededor del marca del cuerpo de texto de una forma creativa.
  • Encabezamiento y pie
    El diseño se dispone únicamente en la parte superior e inferior de la página.
  • Elementos gráficos de fondo
    En esta disposición, los elementos gráficos se aplican como marca de agua en bajo contraste en todo el cuerpo de la carta.

Otra opción es usarlo una plantilla predefinida de papel de carta. Las herramientas de diseño online de MOO incluyen una gran selección de plantillas de papel de carta que puedes utilizar tal y como son, o personalizarlas para que se adapten a tu logotipo y colores. Presenta una gama de estilos que van del minimalista con disposiciones de texto únicamente, a diseños más creativos con elementos gráficos y colores en la parte frontal y trasera de la página.


5. Elige el papel

Como norma general, cuanto más pese el papel, más calidad y aspecto profesional tendrá el resultado final. Sin embargo, más allá de eso, tienes más opciones como el acabado (suave o con textura) y el color. El blanco es la mejor opción para muchas empresas, pero quizás quieras apostar por un blanco más cálido, un tono crema o bien celeste, si encaja mejor con tu marca.

Los papeles de carta de MOO se pueden imprimir bien en el papel Clásico, que tiene un brillo con acabado de 120gsm que combina bien con la mayoría de estilos o diseños; o bien, el tipo de papel Luxe, del tipo Mohawk Superfine de 118gsm, con un acabado y texturas únicos y galardonados.

6. Ten en cuenta el color

Los colores de tu marca deberían reflejarse en el papel de carta, pero no significa que tengan que destacar demasiado, especialmente si el logotipo o la tipografía de la empresa tiene detalles u ornamentos especiales. Recuerda, el papel de carta tiene un rol secundario: nunca debe ser la estrella.
Si la marca tiene una paleta de colores, empieza por revisarla cuando elijas tus tonos. En caso contrario, ten en cuenta el diseño de tu logotipo y elige dos o tres colores que contrasten con él para que funcione cual paleta de colores.
Si eliges un papel de carta de MOO, debes imprimir ambas caras y añadir color o diseños adicionales en el reverso, lo cual te dará más espacio para jugar con los tonos y dar vida a tu marca sin poner en riesgo el contenido de la carta.

7. Consigue el conjunto completo: añade más papelería 

Si quieres conseguir un acabado más consistente para tu papel de carta, piensa en otros elementos de papelería que vayan a juego, como pueden ser los sobres, tarjetas de cortesía o notecards.

Cuando una carta llega con tarjetas de cortesía se consigue un resultado personal y cuidado, mucho más que cuando se envía la carta únicamente. Además, es una gran manera de añadir un saludo personal que en principio no sea adecuado en el texto principal, pero que quieras incluir de una forma u otra.

¿Quieres diseñar más elementos para tu marca? Consulta nuestra guía para crear el logotipo de tu empresa

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