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El floreciente negocio de Sandra Blanco

Sandra Blanco Sophie and Luna

Sandra Blanco es una artista y empresaria que crea tocados de boda a partir de flores preservadas o “eternas”. Su marca Sophie and Luna nació en una sala de estar de Clapham hace dos años y ahora vende sus productos a través de Etsy y Not On The High Street a clientes por todo el mundo.

Cuéntanos tu historia.

Me mudé a Londres desde España en 2009. En principio iba a pasar solo un año, pero al enamorarme de la ciudad, decidí quedarme a estudiar. Después de mis estudios empecé a trabajar en el mundo de la moda y el marketing. Siempre fui bastante artística de pequeña, me encantaba dibujar.

¿Por qué te decidiste a crear tu negocio?

Y lo llamo “el accidente más bonito”. Cuando perdí mi empleo en marketing a solo tres meses de mi boda, me lancé de cabeza a planearla. Me frustré cuando las únicas coronas y ramos de flores disponibles se marchitaban rápidamente así me hice mis propios arreglos para mí y para mis damas de honor con flores deshidratadas. Recibí comentarios magníficos y la gente empezó a animarme a vender las coronas. La oportunidad se me presentó y decidí intentarlo.

¿Cómo te promocionaste y desarrollaste el negocio?

Empecé vendiendo en un festival artesanal local. Ese día vendí más de 40 coronas en solo cuatro horas y repartí tarjetas de visita mini con pétalos pegados. Por supuesto también estamos disponibles online a través de nuestra página web y en las redes sociales, pero la mayoría de la promoción la hago en eventos, ferias y festivales. Me aseguro de llevar conmigo suficientes tarjetas de visita y flyers, ¡nunca sabes a quién vas a conocer! También organizamos jornadas de puertas abiertas en nuestro estudio en verano y las novias pueden concertar una cita para venir al estudio, charlar un rato y ver mi trabajo.

Cuéntanos tu historia favorita sobre tu negocio.

Siempre me aseguro de poder ofrecer algo único y superar las expectativas. En una de mis búsquedas de nuevos materiales, encontré unas rosas japonesas preciosas. Cuando me enteré de que la compañía no hacía envíos a Europa me decepcioné mucho pero recurrí a mis amigos. Resulta que una amiga iba a ir de viaje a Asia. Tras hacer unas llamadas y pedir algunos favores, la convencí para traerme una maleta entera de flores.

¿Qué es lo más importante que has aprendido en el camino?

A aprovechar tu red de contactos y dedicarte a lo que te apasiona. Si puedes ofrecer algo único y estás dispuesto a trabajar duro, la recompensa merecerá la pena.

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