Cómo 6 MOOsters usaron sus horas de voluntariado para ser solidarios

En MOO creemos firmemente en usar la creatividad para hacer bien. Nos comprometemos a trabajar de una manera que refleje nuestros valores, ya sea con un diseño inteligente, un servicio al cliente excepcional o contribuyendo a nuestras comunidades, 

Una de las maneras en que lo hacemos realidad es asignando anualmente horas de voluntariado a cada empleado de MOO. Esto significa que disponen de horas de trabajo para contribuir a las causas que les importan.

Ya sea cocinando para gente sin hogar, animando a pacientes de cáncer o plantando huertos comunitarios, nuestro equipo ha estado dedicando sus horas a algo significativo. Estas son solo algunas historias de los MOOsters que están causando un impacto positivo en la comunidad.

De peleas con los helechos a la biodiversidad

Nuestro director de sostenibilidad, Luke Landers, pasó su día de voluntariado en Mousehold Heath, Norwich, Reino Unido, trabajando con un equipo de The Conservation Volunteers para ayudar a restaurar los brezales locales. Armados con rastrillos (y galletas), despejaron los helechos para dar espacio al brezo autóctono, una planta esencial para la biodiversidad.

“Nunca me había parado a pensar en los helechos, pero realmente pueden llegar a invadir el terreno. Despejarlo me pareció un trabajo a pequeña escala con un gran impacto ambiental”.

Los helechos que se podan se juntan en pilas silvestres que van creando nuevos hábitats a medida que se descomponen de forma natural. Luke ya está deseando que llegue el día de voluntariado del próximo año, con la esperanza de participar en otro proyecto práctico al aire libre y ver cómo los resultados crecen con el tiempo.

Manos a la obra y comidas sustanciosas

Nuestro gerente de ventas, Tom Moore, hizo su voluntariado en una cocina local que transforma los excedentes de productos agrícolas —a menudo considerados “inservibles” por los minoristas— en nutritivas comidas veganas para personas necesitadas en todo Londres.

El día estuvo repleto de acción, cortar verduras, hacer galletas, servir sopa en recipientes para llevar y ayudar en la cocina a organizar el almacenamiento de las donaciones. Lo que más le impactó a Tom no fue solo la magnitud de la operación, sino la enorme demanda tras ella.

 “Las enormes ollas en la cocina me abrieron los ojos. Realmente me di cuenta de la cantidad de gente que depende de este servicio a diario”.

Como autoproclamado “consultor de voluntariado”, Tom ahora anima a otros equipos de MOO a participar, e incluso les ayuda a encontrar oportunidades adecuadas para ellos. 

Cantando con un propósito

Alice Webster, de nuestro equipo de RR. HH., participa regularmente como voluntaria con The Choir with No Name,, un coro para gente sin hogar. En su día de voluntariado colaboró organizando el evento más importante del año de la institución: el concierto de Navidad en el Cadogan Hall.

Pasó el día apoyando a los miembros del coro, algunos de los cuales llegaron con todas sus posesiones. Desde ayudar entre bastidores, organizar las comidas y ensayar las canciones, hasta animar durante la actuación, Alice formó parte de algo conmovedor.

“Es un privilegio ayudar a crear un espacio donde la gente se sienta segura, escuchada y feliz, aunque solo sea por unas horas”.

Alice explica que su voluntariado nutre su trabajo en RR. HH., ayudándola a mantenerse conectada con lo que realmente importa: la atención, la empatía y la comunidad.*Hay que prestar atención, porque las entradas para el concierto de Navidad del coro salen a la venta en septiembre.

Compartiendo cultura, un plato tras otro

Riam Dualeh, de nuestro equipo de recursos humanos, dedicó sus horas de voluntariado a apoyar a Migrateful, una organización benéfica que ayuda a refugiados y solicitantes de asilo a través del poder de la cocina. Atraída por la misión y por sus raíces somalíes, donde la comida y la hospitalidad son ejes culturales clave, Riam participó como voluntaria en una clase de cocina palestina en Farringdon.

Ayudó a preparar y organizar la cocina, acompañó a los invitados durante la clase y, por decisión propia, se encargó de fregar los platos. La experiencia estuvo dirigida por la Dra. Amna, una ex especialista en salud mental de Palestina, que ahora usa la comida como una forma de compartir su herencia.

“No son solo recetas; son tradiciones familiares, historias y una forma de conectar entre culturas”

Después de cocinar, todos se sentaron a disfrutar de una comida comunitaria. Para Riam, la experiencia fue más que un simple voluntariado, fue un intercambio cultural jovial y significativo, y una experiencia de apoyo y humanidad compartida.

Liderando el camino para Cancer Research 

Tara Holland, de nuestro equipo de comercio electrónico, recorrió el Reino Unido haciendo voluntariado como gestora principal de eventos para Cancer Research UK, apoyando sus principales campañas de recaudación de fondos: Race for Life y Pretty Muddy.

Durante cinco fines de semana trabajó en todo, de la preparación y la coordinación del equipo al desmontaje de las instalaciones del evento. ¿Su momento favorito? Animar a la gente en la meta.

“Escuchar a los participantes compartir por quién corrían (padres, hermanos, amigos) hizo que el evento se sintiera increíblemente personal y poderoso”.

Para Tara cada evento fue una nueva experiencia de liderazgo, adquirió habilidades de comunicación más sólidas y quedó enormemente satisfecha sabiendo que ha contribuido a recaudar millones para una investigación que salva vidas.

Jardinería llena de gratitud

Meighan Christensen, de nuestro equipo de preimpresión, dedicó su día de voluntariado a los Master Gardeners de la Universidad de Rhode Island. Se unió a otros MOOsters en el Hogar de Veteranos de Rhode Island en Bristol, y ayudó a restaurar un gran jardín de hostas para que los residentes pudieran disfrutarlo de nuevo.

“Algunos nunca habíamos hecho jardinería, pero con guantes, sonrisas y trabajo en equipo, transformamos por completo el lugar”.

La experiencia dejó al grupo orgulloso, conectado y con ganas de volver. De cara al futuro, Meighan espera dedicar su próximo día de voluntariado a limpiar la costa con Save the Bay.

La solidaridad devuelve con creces

Cada MOOster tiene una razón personal para hacer voluntariado. Algunos quieren contribuir a causas que les importan. Otros buscan conectar con su comunidad de otra forma. Pero lo que todos comparten es la sensación de que el voluntariado aporta mucho más de lo que recibe a cambio.

Por eso hacemos del voluntariado parte de la experiencia MOO: porque apoyar a nuestra gente también significa apoyar sus pasiones.

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En MOO nos sentimos orgullosos de ofrecer tiempo, recursos y apoyo a nuestro equipo para marcar la diferencia fuera de la oficina. El voluntariado es solo una de las maneras de poner en práctica nuestros valores a diario.

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