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Cómo escribir contenidos que la gente quiera leer

Ya tiendas a gesticular exageradamente, o a no parar de hablar, o a comunicarte de forma más calmada, tu forma de hablar tiene el poder de influenciar a las personas. Digamos que es más o menos lo que te convierte en ti mismo. Pero, ¿cómo puedes encontrar la voz de tu marca y utilizarla de forma efectiva? Le hemos pedido a la Directora de Contenidos de MOO que nos explique cómo escribir buenos contenidos que sigan la línea de tu marca, ¡sigue leyendo para enterarte de todo!

Escribir contenidos de marketing puede volver loco a cualquiera. Los hay que se quedan sin palabras y se auto flagelan con pensamientos del tipo “¡no sé qué decir!”, o “¿eso sonará bien?”, o “¿cuántas veces se puede repetir la palabra ‘innovador’ en la misma frase?”.

Si esto te resulta familiar y te has planteado cuestiones como las de arriba, hay algo de lo que quizá no te hayas dado cuenta: lo importante eres TÚ. Tu marca, tu mensaje, lo que quieres decir y la forma en la que quieres decirlo. Estas son cuestiones válidas que tener en cuenta durante el proceso de creación de un texto, pero para escribir contenidos de marketing hay que cambiar totalmente de perspectiva.

DE LA TUYA… A LA DE TU CLIENTE.

“¿En serio? ¡Pero tengo muchísimas cosas que contar a mis clientes! ¡Hay tantos servicios/características/ofertas que tengo que compartir!”

PARA. En lugar de centrarte en eso hazte las siguientes preguntas pensando en tu audiencia:

– ¿Qué necesita tu cliente?
– ¿Qué le importa a tu cliente?
– ¿Qué quiere tu cliente de ti?
– ¿Cómo puedes ayudar a tu cliente a solucionar sus problemas?

Intenta poner tus objetivos, las metas de tu campaña o las expectativas de ventas a un lado y párate a pensar de verdad en tu público, que son personas reales con necesidades reales. A la hora de escribir a menudo ayuda pensar que estás hablando con UNA persona para evitar caer en el terreno genérico que supone dirigirse a una multitud.

Recuerda: estás intentando iniciar una conversación, no un monólogo

Esto, amigos míos, abre todo un nuevo territorio, sea cual sea el tipo particular de marketing en el que estés trabajando (emails, flyers, mensajes directos…). Una vez tengas totalmente claro lo que ofreces, tienes que esforzarte por averiguar POR QUÉ le puede importar a tus clientes lo que les estás contando.

No hay atajos

Al menos si lo que quieres es mantener la atención de la gente. Sin este trabajo previo, lo más probable es que tus mensajes se pierdan entre el ruido de un millón de marcas que también están presentando un monólogo a sus clientes. Al final, tu material de marketing será ignorado, nadie hará clic en él y a nadie le gustará, y además te habrás pasado horas preocupado por la estructura de una frase en particular que probablemente nadie lea jamás.

Ahora viene lo difícil: aplicar estas pautas

Escribir sabiendo lo que dices solo se puede conseguir si de verdad sabes de lo que estás hablando. En cierta medida, el trabajo de un escritor es el de utilizar sus superpoderes de empatía e imaginación para ponerse en la piel de sus clientes, analizar situaciones, entender conexiones, y encontrar “verdades universales” que lleguen de verdad a la gente. Pero también es necesario tener un poco de información.

¿Y si no sabes mucho acerca de tus clientes?

INVESTIGA. Es importantísimo. En tu próxima reunión de marketing ten el ímpetu de pedir que se pongan en marcha todo tipo de métodos para conocer a tus clientes: encuestas, trabajos focales, desarrollo de perfiles, google analytics… Lo que sea para averiguar quiénes son tus clientes, lo que piensan y lo que quieren.

¿Y si mis clientes son muy distintos entre sí?

¿Cómo puedes mantener la identidad de tu marca al hablar con distintas personas? Está pregunta es frecuente en el sector. Para comprender la respuesta tenemos que sumergirnos un poco más en el concepto de tono de voz de una marca. Es algo que toda empresa debería tener, pero no siempre sucede.

Tu “voz” es básicamente quién eres como marca. ¿Eres autoritario? ¿Irreverente? ¿Divertido? Una vez tengas claras tus características principales, tu tono de voz cambiará dependiendo de aquién le hables y de dónde lo hagas, igual que las personas. Por ejemplo, no eres la misma persona un viernes por la noche con tus amigos que un lunes por la mañana en la oficina, pero sigues siendo tú. Suenas un poco distinto, hablas sobre cosas distintas, pero no te transformas en una persona completamente distinta.

¿Y si no tengo un tono de voz claro?

Hazte con uno, y rápido. No es algo que te puedas inventar, la gente sabe detectar muy bien las marcas que hablan con falsedad. Tiene que surgir de algo verdadero, así que cava un poco más hondo. Descubre quién eres y qué quieres hacer. Igual que con los ejercicios para conocer a tus clientes, hazte las siguientes preguntas:

– ¿Qué valores sustentan mi marca?
– ¿Por qué se preocupa mi marca?
– ¿Qué significa mi marca para mis empleados/clientes/cadena de suministros?
– ¿Qué hace tu marca que sea diferente de lo que hace tu competencia?

Este tipo de trabajo tiene un valor incalculable para empresas grandes, pequeñas, nuevas o con recorrido. Puede que seas una marca establecida que necesita evolucionar o volver a sus raíces, o una startup que está encontrando su voz. Armarte con una voz de marca clara y con información sobre tus clientes es el secreto para que tu material de marketing se vea, se lea y se comparta.

Una vez sepas quién eres y con quién estás hablando ya puedes tener una conversación real. Cuando hables, la gente esuchará. Puede que no todo el mundo, pero los suficientes. Te entienden y saben que tú los entiendes a ellos. No van a reverenciar cada palabra que escribas, pero estarán abiertos, receptivos y comprometidos.

Por Leona Ford

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