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Cómo renovar la imagen de una marca: Bluewolf

Man working in the Bluewolf office

Estrenar una nueva imagen es algo muy emocionante, pero en la mayoría de los casos, la renovación de una marca implica mucho más que un simple cambio de logotipo. Esta profunda renovación se materializó en Bluewolf, una consultoría dedicada a mejorar las experiencias digitales con los clientes y empleados utilizando el software Salesforce. Esta compañía acaba de protagonizar una regeneración completa que incluye una nueva imagen, terminología y posición en el mercado. Hemos charlado con Saleema Fazal, directora de marketing de la marca, sobre el proceso desde su planteamiento hasta su realización y lo que realmente significa renovar una marca desde sus cimientos.

Bluewolf logo inside their office

¿Por qué es necesario este rediseño?

Con 9.500 proyectos de Salesforce a sus espaldas, Bluewolf destacaba por su total dominio y especialización en el uso de este software utilizado para la gestión de relaciones con los clientes. En cambio, sus propios clientes consideraban que Bluewolf ofrecía mucho más que un software. «Salesforce es el núcleo del conjunto de servicios que ofrecemos, pero también contamos con un departamento de marketing digital», explica Fazal. Para poner el foco en estos otros servicios, Bluewolf debía replantearse su imagen, terminología y sitio web.

El logo de Bluewolf había sido diseñado originalmente por un amigo del fundador de la compañía. Con quince años de experiencia y doce oficinas, había llegado el momento de desarrollar una identidad que transmitiese esta nueva imagen de Bluewolf.

People working inside Bluewolf studio

El estudio de mercado

Para este proyecto Bluewolf se asoció con la agencia global de branding Moving Brands. El proceso empezó con un estudio de mercado en profundidad. «Uno de los principales requisitos que les pedimos a Moving Brands era que nos hiciesen destacar», explica Fazal. «Ya que nos sumergíamos en una renovación total, queríamos evitar caer en el error de conformarnos con un nuevo logo que acabaría siendo exactamente igual al de otros competidores en el mercado».

En la primera fase, la evaluación del mercado reveló que la mayoría de los competidores de Bluewolf eran especialistas en resolver problemas determinados en un plazo corto, es decir, una vez que el proyecto había finalizado, la colaboración terminaba ahí. En cambio, al realizar entrevistas internas y con los clientes, Moving Brands se dio cuenta de que el modus operandi de Bluewolf era diferente al de los demás ya que se convertían en auténticos socios en una gran variedad de proyectos y durante varios meses e incluso años. Esta colaboración a largo plazo se convirtió enseguida en un diferenciador clave.

Bluewolf

Una nueva terminología

Una vez hechos los deberes de investigación, Bluewolf y Moving Brands abordaron el tema de la terminología en la marca. «Antes nos considerábamos una consultoría internacional», expone Fazal. «Elegimos el término “agencia” a propósito para expandir nuestra gama de servicios». Mientras que el término «consultoría» transmite que la empresa está especializada solamente en un servicio, el término «agencia» se adapta mejor a la marca Bluewolf: un socio a largo plazo que ofrece a las empresas una gama variada de servicios para ayudarles a conectar con sus clientes.

Otra de las características que surgía con asiduidad era la inmediatez. «Nuestra compañía defiende las soluciones inmediatas en lugar de plantear una serie de hipótesis de lo que puedes conseguir a lo largo del tiempo», especifica Fazal. Para transmitir este mensaje y que se convirtiese en su himno de batalla, a Moving Brands se le ocurrió el eslogan «It’s Always Now».

Bluewolf

Un nuevo logo

El siguiente paso: la imagen. Uno de los cuatro conceptos iniciales que Moving Brands presentó estaba relacionado con una pizarra. «El primer boceto de la pizarra que vimos lo habían dibujado a mano y resultaba un tanto juvenil para nosotros, sin embargo, la idea nos pareció que podía ser adecuada para nuestra cultura», confiesa Fazal. A partir de esta línea creativa, Bluewolf y Moving Brands llevaron a cabo una serie de revisiones para dar forma hasta el último detalle del sistema de la marca.

«Nuestro sistema se construyó alrededor de las acciones de nuestros representantes ya que utilizan la pizarra como herramienta para resolver los problemas de forma directa», desvela Fazal. «Durante las conversaciones con nuestros clientes, nuestro equipo averigua cuáles son los problemas a los que se enfrenta su negocio y empieza a resolverlos en la pizarra. Así que el logo consigue capturar este concepto de inmediatez que resulta de vital de importancia para nosotros».

Las símbolos y figuras que se aprecian en el sistema de marca de Bluewolf —círculos, equis, flechas o frases subrayadas— hacen referencia a los símbolos que utiliza el equipo en el lenguaje de marcado sobre la pizarra.

Bluewolf

La participación del equipo

Con una inmensa plantilla de empleados repartida en 12 ciudades como San Francisco o Sidney, era fundamental contar con la participación de todo el equipo — o «de la banda» como les gusta hacerse llamar— en el proceso de renovación de la marca.

«Queríamos transmitir una sensación de cercanía hacia el mundo exterior, pero al mismo tiempo, no podemos dejar de lado nuestra historia interna, la historia de nuestra banda», apunta Fazal. Así que Fazal unió fuerzas con el equipo de recursos humanos de Bluewolf para elaborar un «plan de comunicaciones interno inolvidable». Compartieron los objetivos principales de la marca para mantener el proceso de renovación abierto y transparente además de proporcionar a los jefes de departamento las herramientas necesarias para comunicar esta nueva terminología a sus equipos.

Bluewolf

El lanzamiento

La nueva imagen de Bluewolf se presentó oficialmente en septiembre de 2015, y desde entonces Fazal y su equipo han hecho realidad esta regeneración en eventos, su sitio web, redes sociales y las plataformas de sus socios.

En marzo, Bluewolf anunciaba su adquisición por parte de IBM Interactive Experience, donde seguirá operando con su nueva imagen. Fazal aclara que esta adquisición no formaba parte de los objetivos de este rebranding pero es evidente que les ha permitido ser más accesibles.

En líneas generales, Fazal concluye que el ejercicio de renovación de la marca ha sido una experiencia realmente positiva. «Esta regeneración ha logrado sacar a la luz los principales valores de Bluewolf, nuestros puntos fuertes en el mercado así como la evaluación del lugar que ocupan nuestros competidores para así ayudarnos a destacar sobre ellos».

Artículo original de Katherine Leonard.

¿Has pasado por una regeneración empresarial de este calibre? ¿O quizás te has sentido inspirado por esta historia? Comparte tus comentarios aquí.

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